Publicado en Asociación Oncología Integrativa
¿Cuando te diagnosticaron el cáncer y cómo se sintió?
El cáncer fue diagnosticado hace 2 años. En junio del 2015.
Mi familia me conoce muy bien y hablaron con los médicos
para que no me contaran la gravedad de mi enfermedad. Los médicos no son
partidarios de no decir toda la verdad al paciente, pero en mi caso, esto me
ayudó a ser siempre muy positivo. Si me hubieran dicho lo que le dijeron a mi
familia “que no había nada que hacer y que en caso de cuadros de dolor iríamos
ya a la unidad del dolor a suministrarme morfina y que todo ya estaba muy
avanzado…” posiblemente me hubiera hundido y no hubiera tenido la mentalidad
que tuve desde un principio. Yo estaba convencido que me iba a curar.
¿Qué tipo de cáncer era?
Cáncer de próstata estadio IV con extensión extracapsular a
vesícula seminal, vejiga, ganglios y metástasis ósea.
¿Cómo ha sido la experiencia de tratamiento tanto a nivel
medico como con tu terapeuta (ambos perfectamente complementarios y nunca la
terapia natural va a reemplazar a la medica) y que cosas crees que te han ido
bien para sentirte mejor?
El tratamiento al principio a nivel médico fue una inyección
“decapeptyl” cada 6 meses. En el mes de
octubre del 2015 comencé con Sandra Farré, especializada en alimentación
durante el cáncer, sumamente profesional que ha acabado siendo una amiga, por
su cercanía, preocupación y constante positivismo.
El tratamiento se basó principalmente en aprender a comer de
forma saludable. Desde el principio noté mucha mejoría. Comencé a sentir que
tenía mucha energía, me sentía con muchas
ganas de hacer cosas y… para nada me sentía una persona enferma. Jamás
tuve un episodio de dolor en mis primeros meses de la enfermedad y actualmente
y hasta el día de hoy no he tenido que acudir a la unidad del dolor ni hacer
uso de la morfina.
Después de un año, en junio del 2016 me sentía tan bien qué
comencé a saltarme los hábitos de alimentación que mi terapeuta me había
pautado y que había llevado durante el
año de forma disciplinada. Y tuve una recaída. Esta vez, la metástasis se me
pasó a los pulmones. Los médicos aparte de la inyección decidieron que tomara
“enzalutamida”.
Volví de nuevo a cuidar mi alimentación, mentalizado de que
es muy importante para mantenerme saludable, y que actualmente es lo que hace
que me encuentre tan bien. Sin duda ha valido la pena. No me puedo relajar,
como dice Sandra Farré, y debo hacer de la vida saludable mi nueva forma de
vivir.
Hace un mes (junio del 2017) me hicieron un escáner y la
metástasis de pulmón ha desaparecido, la de huesos está mantenida, y en la
vejiga ha disminuido.
La alimentación y estilo de vida sugerido por tu
nutricionista ¿ha sido muy difícil de llevar a cabo y cambiar? ¿Cómo era antes
y como es ahora a grandes rasgos?
Tengo que decir, que al principio en el tema alimentación,
fue muy difícil para mi mujer. Ella es la que cocina y para ella fue mucho
cambio. Acostumbrada a la cocina de puchero y salsas, les costó pasar a cocinar
de forma distinta. Había cosas que no conocía
y para ella todo era muy novedoso y diferente a lo estaba acostumbrada a
cocinar. Gracias a las recomendaciones que le hacía Sandra respecto como
cocinar, como añadir ingredientes, todo ha sido más fácil. Lo bueno es que para
cualquier consulta, Sandra siempre ha estado ahí. Yo lo bueno que tengo que soy
de buen comer… y todo lo que me hacían me sabía rico. Para eso no he tenido
problema. Pero me ha costado asimilar que esta alimentación es un estilo de
vida a seguir si quiero tener salud y seguir como hasta ahora o mejor. Después
de la recaída que tuve hace un año, soy más consciente de ello.
Yo he sido de comer mucho embutido, comida frita, de mucho
picoteo a todas horas, picoteo de chorizo, queso etcétera. Comida muy grasienta
y, además, fumaba muchos puros.
Ahora ante todo como muchos vegetales y verduras, y he
aprendido a comer más limpio, sin frituras y sin alimentos tan procesados.
Tengo la suerte de tener una maravillosa esposa que me cuida y se toma el
tiempo de hacer las recetas que le recomienda la terapeuta especializada en
nutrición saludable. Como de todo pues mi dieta no es vegetariana ni paleo ni
de ningún estilo particular, pero saludable. He conocido muchos alimentos y
sabores que desconocía y ahora cuando veo a mis amigos comiendo chorizo o
salsas pesadas, me dan hasta náuseas. Incluso le cogí cariño a los batidos que
me ha recomendado para poder estar bien alimentado.
¿Cómo te sientes
actualmente?
Actualmente me encuentro muy bien. Yo tengo más energía que
nunca y a mi familia muchas veces le digo que estoy mejor que cuando tenía 20
años. Además mi entorno me lo dice y me pregunta qué es lo que he hecho. Aunque
parezca mentira yo me encuentro fenomenal. Han pasado 2 años y ahora que ya sé
todo lo que tenía (cuando mejoré mi familia me comentó diagnóstico inicial), me
siento muy afortunado.
¿Ha cambiado en algo tu vida al pasar por esta enfermedad?
Aprecio mucho más la vida.
Tengo que agradecer
a mi mujer y a mis hijas todo lo
que han hecho por mí. Son ellas las que
me obligaron en un principio a mirar terapias complementarias a la medicina y
gracias a esto hoy me encuentro tan bien.
Muy agradecido también a Sandra Farré, sobre todo por su trato tan
cercano y cariñoso que hemos recibido siempre. Cuando estas pasando por esta
enfermedad se agradece encontrar profesionales como ella y sólo tengo palabras
de agradecimiento para ella.
¿Qué le dirías a los pacientes con cáncer que están en pleno
tratamiento, tratando de luchar contra la enfermedad?
Que luchen, que sean positivos y que “tengan una mujer como la que tengo
yo”.
Sin mi mujer, mis hijas y mis nietos no estaría aquí. Ellos
me han dado mucha fuerza.
Que aunque les den pocas esperanzas, que luchen, que
complementen sus tratamientos médicos con terapias complementarias que hayan
demostrado científicamente poder mejorar la calidad de vida de los pacientes
como es la alimentación, por ejemplo, y busquen a un buen profesional de la
salud que les pueda ayudar. Encontrar buenos profesionales es fundamental para
lograr resultados. Porque yo, sino fuera por lo que hice, no estaría
probablemente aquí, pudiendo contar mi experiencia.
Debo confesar que yo al inicio era escéptico a tener
resultados pero Sandra me dijo que simplemente le fuera contando cómo me iba
sintiendo y, efectivamente, desde el principio noté mejoría y nunca me he
sentido una persona enferma. Con ella aprendí también que nunca debemos perder
la esperanza y que nuestra forma de pensar afecta directamente a nuestras
defensas y nos puede ayudar a mejorar o a empeorar. El entorno, la familia, los
amigos, los profesionales… son muy importantes para uno, pero debemos partir de
nuestra fe y confianza en que podemos salir de ello.
Si quieres contactar con Sandra Farré pincha aquí.
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