El pasado fin de semana,
la Dra. Mar Ferré impartió el curso “Requisitos neurofuncionales para el
aprendizaje”. Organizado por Jorge Maestre Martí, Francisco Javier Rico García
y Jorge Moliner Téllez, por primera vez en Alicante, alrededor de 40 profesionales,
tuvimos el placer de compartir con ella 12 horas intensas alrededor del
aprendizaje y el desarrollo. Poder escuchar de una profesional como la Dra.
Ferré, conceptos que ha vivido y desarrollado durante muchos años al lado de su
padre, el Dr. Jorge Ferré, es un privilegio pero disfrutar de su pasión, de su
generosidad y su humildad es algo que nos vino añadido.
Un colectivo de alumnos
heterogéneo en el que, aunque abundaban maestros, también podíamos encontrar
optometristas, psicomotricistas, psicólog@s y educador@s; todos sensibilizados
ante unos problemas cada vez más frecuentes en los niños. Ya que detrás de
muchas de las dificultades de aprendizaje que nos encontramos en las aulas,
existe una desorganización neurofuncional. Por eso, es tan importante que los
profesionales conozcamos las bases sobre las que se sustenta una correcta
organización y así, estructurar el proceso de enseñanza-aprendizaje alrededor
de ellas. Descubrir el complejo multifactorial que hay detrás de lo que vienen
denominando TDA-H, saber más sobre la importancia de la alimentación para el
cerebro, comprobar que además de un ojo que ve correctamente, se necesita de
las habilidades de ambos y de una correcta interpretación de su información por
el cerebro y abrir la caja de Pandora de la construcción de la lateralidad en
la persona fueron algunos de los contenidos de este curso.
Al acabar, la Dra. Mar
Ferré Rodríguez, tuvo la deferencia de contestar algunas preguntas sobre el
tema y que, a continuación, os transmitimos.
· Diferentes
perfiles profesionales entre los asistentes. ¿Qué le parece que haya mucha
presencia de docentes, maestros y de la escuela pública?
- Me parece fantástico, porque los
docentes desempeñan un papel fundamental, no sólo en la detección de problemas
(muchas veces la primera alerta viene por parte de los profesores de los
niños), sino que también juegan un papel fundamental en la resolución de los
problemas. Que un niño cuente o no con el apoyo de la escuela, que sea
comprendido o no, que su profesor le apoye o no resulta decisivo.
- Agradezco mucho la presencia de tantos
docentes, porque eso denota, inquietud e interés para ir más allá o intentar
mejorar lo que proponen los planes de estudio. Y como la mayoría de niños
asiste a escuela pública, es estupendo que haya maestros tanto de la escuela
privada/concertada como de la pública.
· ¿Cómo
influye en el desarrollo y establecimiento de la lateralidad la escolarización
a los 3 años?
Si la escolarización
consiste en una especialización prematura e inicio de la lectoescritura a
edades aún más tempranas, influiría negativamente. Necesitamos un sistema
nervioso maduro, que cuente con una correcta organización para acceder al
aprendizaje instrumental con éxito.
Si ya nos encontramos en
la consulta con muchos niños que, a los 6 años, aún no están correctamente
lateralizados y que están presentando muchas dificultades de aprendizaje, si en
pro de lo que ahora se llama “excelencia” se “fuerza” el aprendizaje y se
inicia la lectoescritura a edades más tempranas, será un error y a los niños no
les reportará ningún beneficio. Hay otras formas de trabajo que se pueden
realizar a estas edades para preparar al niño para una correcta lateralización
y para el aprendizaje con mayores posibilidades de éxito.
· ¿Qué
actividades favorecen en el bebé y en el niño el desarrollo de la lateralidad?
La adquisición de la
lateralidad es un proceso fisiológico, que todo niño sano debe en teoría
alcanzar sin presentar grandes problemas. Pero, esa es la teoría. Si permitimos
que el niño viva todas las etapas previas y le concedemos espacio y tiempo
suficientes, si no se suman factores condicionantes, establecerá correctamente
su lateralidad. En este sentido, considero fundamental la etapa de suelo, con
especial importancia a la etapa de gateo, de un gateo que además debe ser
correcto (¡no vale cualquier forma de gatear!) y que no todos los niños pueden
desarrollar por falta de espacio, por temor a que se resfríen, etc…
También hay que
consideran que no todos los niños maduran al mismo ritmo, por lo que es muy
importante conceder a cada niño su tiempo también en este aspecto. No podemos
pretender que un prematuro, por ejemplo, inicialmente tenga el mismo nivel y
ritmo de desarrollo que un bebé nacido a término. Bien, simplemente por poner
un ejemplo.
En etapas posteriores, se
pueden “retomar” las fases de la secuencia evolutiva, incluso en un formato
lúdico, para mejorar la organización de base. En el libro “0 a tr3s desarrollo
neuro-senso-psicomotriz de los tres primeros años de vida” se dan muchas pautas
para trabajar.
· Todos
los asistentes reconocemos la labor del Dr. Ferré y es evidente que el estudio
y el buen hacer continúa, pero ¿cuál es la aportación de la Dra Ferré?, ¿qué ha
desarrollado más?, ¿cuál es su perspectiva diferenciada?
Desde los tres años de vida, he oído a mi
padre hablar sobre la lateralidad y los procesos de desarrollo neurofuncional.
Así que son aspectos que he integrado desde muy temprano.
Me formé con mi padre y
además tengo una formación hospitalaria y en medicina primaria.
Hemos realizado trabajos
comunes como la publicación de varios libros y artículos en los que la
información estaba elaborada por ambos y, por mi parte, he ampliado mi
formación en terapias biológicas (homeopatía, oligoelementos, micronutrición,
biofeedback, etc) con el fin de aplicar un abordaje global y holístico en los
niños.
· ¿Cómo
explicarías, de manera sencilla, que detrás de un niño al que le cuesta leer
y/o escribir hay más que un niño vago o un niño que no le gusta la lectura?
Ante una experiencia
nueva o un nuevo estímulo, al cerebro le resulta mucho más fácil aprender que
no hacerlo. Por tanto, no existen niños vagos en edades tempranas sino niños
con mayor dificultad para adquirir ciertos aprendizajes debido a problemas de
organización neurofuncional, sensorial u organización lateral.
· El
TDAH es la epidemia del s. XXI. ¿Qué causas hay?
El TDAH es un síndrome
multicausal y multifactorial que requiere de un abordaje causal muy completo,
personalizado y, en ocasiones, multidisciplinar. Por tanto, requiere una
exploración exhaustiva para llegar al diagnóstico causal.
En primer lugar, es
necesario realizar un diagnóstico diferencial con un Síndrome de estrés
postraumático de la infancia aunque también nos encontramos con causas de tipo
biológico, emocional, y desórdenes neurofuncionales, sensoriales y laterales
fundamentalmente. Y, en muchas ocasiones, nos encontramos con situaciones
multicausales.
Gracias por los
aprendizajes brindados. Ha sido un placer aprender con usted.
Yo también he disfrutado
mucho. Un grupo fantástico. Un feedback muy positivo y todos hemos aprendido
durante este fin de semana.
Entre los asistentes,
estaba Isabel Sanchís. Psicóloga y orientadora del Colegio del Colegio Almedia,
en Callosa d’en Sarrià (Alicante). Isabel se formó con el Dr. Ferré, acerca de
la organización neurofuncional, también se formó y procuró la formación de su
equipo en Braingym y BMRT (Terapia de Movimiento Rítmico Blomberg), consciente
de la importancia del movimiento y sus patrones en el aprendizaje; además de la
introducción del concepto de las inteligencias múltiples en el aula; es una
mente inquieta para la innovación educativa. Le pedimos una reflexión acerca de
cuál sería su Educación Infantil ideal, a lo que nos contestó:
“Para mí la etapa de
infantil ideal (2º ciclo) tendría que ser acogedora e integradora, diseñada con
mucho espacio y muchos espacios, y con tiempo, tiempo para todos.
Esta etapa sería
estimulante y estimuladora, sin clases separadas por edades, con muchas
actividades que favorezcan la creatividad, la experimentación, la interacción,
la cooperación y la convivencia pacífica.
Además, se asentaría
sobre las bases del respeto, favorecedora de la autonomía, de una visión
positiva de uno mismo y de su desarrollo y tendría que acompañar los procesos
de cada niño para aprender, facilitar diferentes vías de aprendizaje y dar
oportunidades a todos.
Mi etapa ideal atendería
a los valores de la coeducación y educaría en la cultura para la paz.
Tendría que contar con
los mejores maestros formados en evolutiva, técnicas de disciplina positiva y
comunicación eficaz, mediación o similares, metodologías activas, y cultura de
pensamiento. Estos maestros estarían con la mirada puesta en el bienestar de
los niños y que entiendan el error como parte importante del aprendizaje, no
sancionándolo sino integrándolo como parte del proceso heurístico del
aprendizaje.
En dicha etapa, se
llevaría a cabo una evaluación formativa, continúa e integradora que lleve a
cada niño a completar su aprendizaje.
Además tendría que contar
con la colaboración, la confianza y la complicidad de las familias para llevar
a cabo proyectos comunes, a través de una relación fluida, cercana y
transparente”.
Yo, para ser más
concreta, añadiría, donde lo importante fuera tomar conciencia de su propio
cuerpo, su movimiento, el ritmo. Donde más importante que coger un lápiz y
escribir fuera jugar, desarrollar los patrones de movimiento que serán la base
de los posteriores aprendizajes, proporcionar experiencias sensoriales y
emocionales y desarrollarse como los individuos emocionales que somos, donde la
comunicación y las relaciones nos llevaron a ser eminentemente sociales. Donde
más importante que las mesas sean los espacios para crear y desarrollarse,
comunicándose con la naturaleza y favoreciendo la exploración de espacios
abiertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario